En los últimos diez años han sido galardonados en Salamanca los jóvenes españoles más brillantes en el área de la investigación oncológica

DICYT – El 28 de enero de 2012 Manel Esteller, científico del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) de Barcelona, recogió en Salamanca el primer Premio Nacional de Investigación en Cáncer ‘Doctores Diz Pintado’. Justo diez años más tarde, el undécimo galardonado ha sido José Tubío, del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad de Compostela. En esta década han desfilado por el Paraninfo de la Universidad de Salamanca los investigadores del área de oncología más prometedores de España coincidiendo con la fiesta de Santo Tomás de Aquino.

Este premio reconoce “el esfuerzo y la trayectoria científica en el área de la investigación oncológica del mejor joven investigador español” cuyo trabajo haya supuesto la “generación, desarrollo o aplicación de los nuevos conocimientos biológicos y clínicos sobre el cáncer”. Cada año, lo convocan la Fundación de Investigación del Cáncer de la Universidad de la Salamanca (FICUS) –Centro de Investigación del Cáncer (CIC), junto con la Fundación Doctores Diz Pintado para la Docencia e Investigación en la Lucha contra el Cáncer en memoria de los Doctores Manuel y Alfonso Diz Pintado. De esta manera, el CIC (centro mixto del CSIC y la Universidad de Salamanca) se convierte en un referente de la investigación científica del cáncer no solo por sus propias aportaciones, sino también por vincularse a este reconocimiento de los talentos más destacados del área.

Hacer un recorrido por los ganadores y por su trabajo es asomarse a las líneas de investigación más punteras de los últimos años en la lucha contra el cáncer. Así, en la primera edición, Manel Esteller fue galardonado por sus relevantes contribuciones al desarrollo de la Epigenética como disciplina biológica, que estudia las modificaciones ambientales que inciden en los genes.

El investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) Óscar Fernández-Capetillo fue el segundo galardonado. Su especialidad es el estudio de la inestabilidad genómica, es decir, la presencia de múltiples anomalías en la estructura o la secuencia de los cromosomas, que es clave en la investigación oncológica. A veces, el ADN se parte y los cromosomas se reordenan de maneras anómalas y pueden favorecer el crecimiento de un tumor. Entender estos procesos es fundamental.

Eduard Batlle Gómez, director del Programa de Oncología del Institut de Recerca Biomèdica (IRB) de Barcelona y del laboratorio de Cáncer Colorrectal de este centro, se llevó el premio en su tercera edición. El jurado valoró que su grupo de investigación se ha convertido en referente internacional para el estudio de cáncer colorrectal y que sus avances han implicado una mejora en el tratamiento y diagnóstico de la enfermedad.

Joan Seoane, director de investigación traslacional del Vall D’Hebron y jefe del laboratorio de expresión génica y cáncer y profesor investigador de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA), obtuvo el premio por el estudio de los mecanismos moleculares implicados en los tumores cerebrales y de las células madre tumorales. El grupo de investigación que dirige está especializado en el glioma, y de manera más específica en el glioblastoma, aunque durante su trayectoria ha podido extrapolar los resultados obtenidos a otros tipos tumorales y comprobar si algunos de los mecanismos estudiados son más o menos transversales en cáncer.

Adolfo Álvarez Ferrando fue el siguiente premiado. Investigador de la Universidad de Columbia (Nueva York), está especializado en las bases genéticas y moleculares de las leucemias y linfomas de células T. Su trabajo destaca por ser pionero en el desarrollo de estudios genómicos, de biología de sistemas y modelos animales así como terapias experimentales aplicados al estudio de la leucemia aguda linfoblástica T (LAL-T) y los linfomas T periféricos.

​​Salvador Aznar Benitah ganó la sexta edición. Investigador del ICREA y líder del Laboratorio Células Madre y Cáncer del IRB Barcelona, su trabajo se ha centrado en caracterizar los mecanismos moleculares que permiten el correcto funcionamiento de las células troncales adultas, y cómo su desregulación contribuye a la transformación tumoral y al envejecimiento de los tejidos. Entre sus logros más destacados está la identificación de las células responsables de iniciar y promover la metástasis en varios tipos de tumor humano.

¿Cuáles son las características de las células tumorales que las diferencian de las células normales, y que pueden permitirnos explotar este conocimiento para el establecimiento de estrategias de estratificación de pacientes y nuevas terapias? El objetivo de Arkaitz Carracedo, investigador del  CIC bioGUNE, es responder a esta pregunta y sus avances para conseguirlo le valieron el Premio Nacional de Investigación ‘Doctores Diz Pintado’, fallado en diciembre de de 2017 y recogido un mes más tarde. Entre sus logros está la identificación de vulnerabilidades metabólicas en cáncer de próstata así como de potenciales dianas terapéuticas en cáncer de mama.

Raúl Rabadán, profesor en la Universidad de Columbia (Nueva York), se llevó la octava edición de esta convocatoria gracias a su trabajo como director de un laboratorio interdisciplinar con investigadores de los campos de matemáticas, física, ciencias de la computación, ingeniería y medicina. Su objetivo es resolver problemas biomédicos a través de modelos computacionales cuantitativos. Para ello, se centra principalmente en desarrollar herramientas para analizar datos genómicos, extraer información relevante para comprender la biología molecular, la genética de poblaciones, la evolución, los procesos de desarrollo y la epidemiología del cáncer.

En enero de 2020, justo antes de la pandemia, recogió su premio Núria López-Bigas, del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona), que destaca por el desarrollo de métodos bioinformáticos pioneros para identificar los genes causantes del cáncer. Su investigación se centra en la identificación de mutaciones causantes del desarrollo tumoral, y en el estudio de los procesos mutacionales que hacen que las células de nuestro cuerpo, y en particular las células tumorales, acumulen miles de mutaciones en su genoma. Su estrategia para abordar estas cuestiones consiste en analizar las mutaciones en miles de tumores con métodos de genómica computacional.

El décimo galardón fue para Iñaki Martín-Subero, bioquímico del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), que también trabaja en la epigenética del cáncer y ha conseguido aportar nuevos enfoques en este campo. En concreto, ha amplicado la manera de abordar el estudio de leucemias, lo que también se ha aplicado al diagnóstico y pronóstico de diferentes tipos de tumores desde un punto de vista epigenético.

El último en unirse al club de premiados, José Tubío, es director del grupo de investigación ‘Genomas y enfermedad’ en el CiMUS. En esta ocasión, el galardón reconoce su trayectoria investigadora, centrada desde 2010 en el genoma del cáncer. Su grupo está especializado en identificar los procesos y mecanismos que causan las mutaciones que necesitan las células cancerígenas para sobrevivir y crecer. El aspecto más destacado de su investigación son los estudios del ADN móvil, es decir, el material genético capaz moverse a diferentes partes de un genoma. Tubio ha dirigido uno de los grupos de trabajo del proyecto Pan-Cancer Analysis of Whole Genomes (PCAWG), uno de los proyectos más ambiciosos del mundo en el campo de la genómica del cáncer, que está enmarcado en el Consorcio Internacional del Genoma del Cáncer (ICGC).